Fue escrita y compuesta en 1937 por Abel Meeropol, un poeta y profesor de literatura de origen judío, nacido en el Bronx, NYC. Nació del horror que sintió al contemplar la fotografía de los cuerpos de Thomas Shipp y Abram Smith, dos negros asesinados salvajemente en un linchamiento y cuyos cadáveres fueron colgados de sendos arboles en Indiana, el 7 de agosto de 1930.
Conmueve, ver esas imágenes, ante la indiferencia o admiración del público.
Van aquí sus versos, junto con la voz y la expresividad lacerante de Billie Holiday.
Los árboles del sur sostienen un extraño fruto,
sangre en las hojas y sangre en la raíz.
Negras nalgas que se balancean bajo la brisa sureña.
Extraño fruto que cuelga de los álamos.
Escena pastoral del noble Sur.
Ojos desorbitados y mueca en la boca.
Dulce y fresco aroma de magnolias
y después, el brusco olor a carne abrasada.
Allí hay un fruto para que lo arranquen los cuervos,
para que la lluvia lo empape, para que el viento lo sobe,
para que el sol lo pudra, para que el árbol lo deje caer.
Allí hay una extraña y amarga cosecha.
2 comentarios:
Gracias por el enlace. Es un placer contribuir, de alguna manera, a que figuras como la de Billie Holiday nunca caigan en el olvido.
Saludos
Jucaro: tu post sobre Strange Fruit es uno de los más bellos y completos que leí sobre la maravillosa Lady Day. Difundirla es mantenerla viva. Su arte y belleza, sumados a su compromiso en el contexto de una vida trágica y tumultuosa, merecen nuestro eterno agradecimiento.
un abrazo
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