"La vida me enseñó que a veces no es posible seguir agarrado a las cosas hasta que duelan las manos, hay que saber soltar a tiempo, antes que el dolor sea caro para las manos y las cosas." Sammy Szusterman (1951-) argentino, arquitecto y amigo

martes, 29 de julio de 2008

ser judío

Que significa ser judío en el siglo XXI.
Para mí.

Que no pertenezco ni institucional, ni socialmente a la comunidad judía.
Que me siento un librepensador feliz por mi libertad, pero incómodo en cofradías, sectas, colectividades, partidos políticos o cualquier otro grupo de firme pertenencia.

Que elegí ser agnóstico, más por circunstancia emocional que por compromiso militante.
Que dios, o Dios o los dioses son motivos de muchas de mis preguntas, pero no única respuesta.
Que decidí casarme sólo por amor (que, gracias a dios, sigo sintiendo) sin el preconcepto religioso o el mandato familiar intenso.
Que para la sociedad formo un matrimonio mixto. (existe acaso el matrimonio homogéneo?)
Que para el judaísmo puro y completo soy un asimilado. Aquel que se perdió en la complejidad del mundo. (o será mejor decir integrado en su belleza y caos)
Que no educo a mis hijos en los preceptos, valores y rigores de ninguna religión. (y que además lo hacemos de mutuo acuerdo con mi mujer)
Que deseo que mis hijos elijan plenamente sus destinos. (o mejor dicho que se dejen llevar por la marea plena de sus devenires)
Que además superé las culpas infantiles y asumí los riesgos y alegrías de la adultez.
Que la Argentina es mi patria, mi hogar, el espacio compartido de mis humores y mis amores.
Que pienso en Israel como una nación judía con derecho a la existencia, pero que no coincido absolutamente con todas sus políticas. Muchas las rechazó y otras las comprendo.
Que anhelo firmemente la creación de un Estado Palestino, vecino y alguna vez amigo de Israel, que reproduzca los siglos de esa maravillosa convivencia religiosa que sólo se dió en la España islámica del medioevo. Vaya utopía.
Que repudio visceralmente el holocausto nazi (así como todos los genocidios), pero que no acepto la postura de (auto) victimización como instrumento social o político.
Que recuerdo con alegría a mi papá y me quebré emotivamente el día de su entierro cuando un rabino habló de mi judaísmo y me ligó a su esencia y su espíritu. La de mi padre. No la del "pueblo judío".

Que significa entonces para mí, ser judío?
Valores, sólo valores.
Libertad, tolerancia, diversidad, belleza.
Palabras que hablan de sueños comunes.
Encuentros, mezclas, compromiso, culturas, misterios, el conocimiento, el otro. Los Otros.

Y una sola creencia:
El pasado como cuenco. El presente como sueño. El futuro como anhelo.

Anhelos de un porvenir más pleno.

sábado, 26 de julio de 2008

soldados de perón


Acabo de leer "Soldados de Perón. Historia Critica sobre los Montoneros", de Richard Gillespie.
El autor se inscribe en lo mejor de la historiografía inglesa, que contiene a figuras tan diversas como Paul Johnson, Eric Hobsbawn, Ian Kershaw (el mejor biógrafo de Hitler y el III Reich) o Anthony Beevor .
El profesor Gillespie que se doctoró con esta tesis, desarrolla una fascinante explicación del fenómeno de los Montoneros, considerado "por ser el ejemplo de guerrilla urbana que más éxito relativo ha tenido a nivel mundial".1
El libro es exhaustivo y complejo, describe con precisión el contexto político, social y cultural que le dió cobijo a los Montoneros, analizando detalladamente su conformación ideológica desde sus inicios hasta su previsible derrota.

El libro permite comprender y conocer como un grupo de jóvenes católicos de derechas fueron radicalizándose hasta convertirse en implacables guerreros y burócratas de izquierdas, que abandonando sus primeras acciones más próximas al romanticismo idealista se fueron militarizando y aislando socialmente hasta difuminar las sutiles diferencias entre guerrilla urbana y terrorismo.

Indispensable para los que desean conocer la "otra historia" sin dejar de repudiar la barbarie del Terrorismo de Estado, ni pertenecer a las bandas revisionistas de Cecilia Pando, ni a los que analizan sesgada e intencionadamente el pasado argentino como si éste hubiese comenzado inocentemente un 24 de marzo de 1976.
Describir el Proceso de Reorganización Nacional (sin dudas la dictadura más cruel de América Latina) sin considerar la existencia de los Montoneros es como explicar a Hitler sin el Tratado de Versalles. Cualquier mente lucida puede discriminar la diferencia, teniendo siempre en cuenta que "las condenas morales de la violencia mantienen su vigencia, pero no pueden sustituir el análisis histórico que busca entender lo ocurrido".2

Salvando las distancias y las comprensibles diferencias históricas, políticas y sociales, vaya una ultima reflexión de sir Winston Churchill. 3
..."Pero en cambio, hasta 1931 los vencedores, 4 y sobre todo Estados Unidos, concentraron sus esfuerzos en arrancarle a Alemania, mediante enormes controles extranjeros, las indemnizaciones anuales... No se cosechó más que inquina... Los crímenes de los vencidos 5 encuentran su razón de ser y su explicación, aunque sin duda no su perdón, en las locuras de los vencedores, 4 sin las cuales no habrían existido ni la tentación ni la oportunidad para el crimen".


1 Soldados de Perón. Historia Critica sobre los Montoneros, Richard Gillespie, pg. 17. Editorial Sudamericana, 2008.
2 Ibídem, pg. 17
3 La Segunda Guerra Mundial (Tomo 1), Winston Spencer Churchill , pgs. 50, 51. Editorial La Esfera de los Libros, 2004
4 Se refiere a la Entente, la alianza victoriosa de la Primera Guerra Mundial formada por Gran Bretaña, Francia, Italia y los EEUU, que impuso condiciones humillantes y asfixiantes a los países vencidos Alemania y el Imperio Austrohungaro, a través de distintos Tratados (el de Versalles fue sólo uno de ellos y se aplicó exclusivamente a Alemania).
5 Se refiere a los crímenes de los alemanes en la 2° Guerra, potencia vencida en la 1° Guerra.

jueves, 24 de julio de 2008

clarín, cartas al país, jueves 23 de abril de 1981


En abril de 1981, en plena dictadura militar, y en medio del "recambio" presidencial Videla- Viola, mande una carta de lectores a Clarín.
Hace unos días encontré en la casa de mi vieja, el original de aquel ejemplar, cuyos fragmentos escaneados aparecen al principio y final de este post.

La época era muy difícil, vaya verdad de perogrullo.
Tuve la ingenuidad o la osadía de criticar entrelineas al gobierno del Proceso, estando informado de lo que efectivamente ocurría, sin haber pertenecido ni militado en ninguna de las agrupaciones políticas proscriptas por el régimen. No lo digo ni como excusa, ni como justificación autoreferencial, es un dato preciso de mi vida. La carta era más larga y dura, sufrió algunos "recortes", causó revuelo y tuvo sus consecuencias, pero esa es otra historia.

Vaya aquí la transcripción de aquella "carta al país".

Clarín, jueves 23 de abril de 1981

Participación de la juventud
Señora Directora:
Con 21 años de edad, quisiera hacer llegar algunas reflexiones sobre el tema de la juventud, movimiento que reúne a personas biológicamente aptas o espiritualmente propensas a ejercer actos de renovación, cambio, mejoras de calidad humana, donde la primera condición (el factor biológico) no es decisivamente necesaria y la segunda, estrictamente irreemplazable.
Mis reflexiones se desarrollan en un proceso, pero es a partir de un suceso que explota en mi la necesidad de comunicarlas, siendo mi deseo que sean las autoridades del país las primeras en recibirlas.
El suceso en mención son las últimas declaraciones del ex presidente Videla en uso de su cargo, quién aludió a la juventud asegurando que ella, en este particular momento histórico, hace uso de su "recién estrenado razonamiento político".
"Recién estrenado" implica un proceso previo de estudio, educación, trabajo, información, investigación, donde el estreno marca el festejo de la puesta en práctica de las actividades.
Y yo me pregunto: Qué de eso hemos hecho?.
Esto con respecto al instrumento, el segundo análisis, refleja el contenido del mensaje: "uso de su .... razonamiento político".
Militares en actitud política y políticos en actitud militante hacen llamados a la juventud pero no la llaman, la invocan pero no la convocan, la mencionan como esperanza potencial y la dejan frustrada como generación intermedia.
Es así como vivimos confundidos entre juegos dialécticos que nada producen, entre una propaganda oficial que hace abuso indiscriminado de los medios masivos de comunicación, que por ser masivos deberían reflejar las opiniones de todos.
Por todo aspiro a que el presidente Viola y su equipo prescindan de la actitud declarativa (declaración: actitud retórica que transforma en suceso relevante lo intrascendente o inexistente) y se dediquen a la operativa, que dialoguen con los jóvenes, sean estos radicales, peronistas o izquierdistas, sean rockeros y/o budistas, sean bohemios y/o trabajadores, estudiantes y/o docentes, rebeldes o conformistas, artistas y/o religiosos (no hago diferencias antagónicas sino tipológicas), o sea con todos los que conforman el amplísimo margen de la juventud, excluyendo a los que emplean la actitud compulsiva y violenta.

Miguel A. Sznajderman
Capital Federal

viernes, 18 de julio de 2008

frutos amargos

Lejos del optimismo de aquella visión juvenil de "Do you know what it means?", cantando junto a Sachtmo, encontré esta desgarradora versión de "Strange Fruit".
Fue escrita y compuesta en 1937 por Abel Meeropol, un poeta y profesor de literatura de origen judío, nacido en el Bronx, NYC. Nació del horror que sintió al contemplar la fotografía de los cuerpos de Thomas Shipp y Abram Smith, dos negros asesinados salvajemente en un linchamiento y cuyos cadáveres fueron colgados de sendos arboles en Indiana, el 7 de agosto de 1930.

Conmueve, ver esas imágenes, ante la indiferencia o admiración del público.

Van aquí sus versos, junto con la voz y la expresividad lacerante de Billie Holiday.

Los árboles del sur sostienen un extraño fruto,
sangre en las hojas y sangre en la raíz.
Negras nalgas que se balancean bajo la brisa sureña.
Extraño fruto que cuelga de los álamos.

Escena pastoral del noble Sur.
Ojos desorbitados y mueca en la boca.
Dulce y fresco aroma de magnolias
y después, el brusco olor a carne abrasada.

Allí hay un fruto para que lo arranquen los cuervos,
para que la lluvia lo empape, para que el viento lo sobe,
para que el sol lo pudra, para que el árbol lo deje caer.
Allí hay una extraña y amarga cosecha.

jueves, 17 de julio de 2008

billie holiday, voz que desgarra el alma

No soy muy propenso a las necrológicas, ni a las efemérides.
Sin embargo hoy 17 de julio de 1959, desaparecía una de las voces más hermosas y perturbadoras del jazz. Su muerte me "sorprendió" con solo 65 días de vida.
Obviamente pasó un cierto tiempo, para que aquella profecía que recibí y guardo para mis hijos, se me cumplió:

"Así como el rock se abrió en tu vida, el jazz te está esperando".

Que decir de Lady Day, la hermosa Billie Holliday, que no se haya dicho.
Segregada por su negritud, violada a los 10 años, obligada a prostituirse de joven, vivió una vida amorosa tormentosa, presa y hospitalizada repetida veces por su adicción a la heroína. Sufrió estafas, fue prohibida y maltratada.

Fue descubierta por Benny Goodman, trabajó con estrellas como Lester Young (uno de sus amores) Count Basie y Artie Shaw, convirtiéndose en una de las cantantes de mayor reputación en el mundo del jazz. Ella se sentía profundamente inspirada por el gran Sachtmo (1).

Sin embargo tenía prohibido, por ser negra, usar la entrada principal y debía esperar en un cuarto oscuro lejos del público antes de aparecer en escena.

Explicaba el sentido del efecto dramático que lograba, diciendo:
"Yo he vivido canciones como esa".

Murió inmensamente pobre, en prisión domiciliaria.
Tenía solo 44 años.

Pocas interpretes lograron plasmar todo ese dramatismo en una voz hermosa, perturbadora, emotiva, cautivante. Una voz que duele y a la vez ilumina.
Única.




Una perla, junto al gran Louis Armstrong (1), 1947, en una escena del film "New Orleans" 1: 48 de magia.
"Do you know what it means?"

miércoles, 16 de julio de 2008

desdramatizar el presente


Como ordenar los pensamientos.
Como calmar las emociones.
Como expresar ideas.
Como serenarse, cuando dejarse arrastrar por las pasiones parece un refugio más seguro.
Cuando la desmesura, la tergiversación ideológica, la manipulación política, han ocupado el centro del debate.
Cuando el poder entendido como un botín privatizado, arrasa con todas las nociones de tolerancia, diversidad y respeto.
Sin embargo, más allá de la angustia por el resurgir de nuevas y falsas antinomias, por la reaparición del odio y las contradicciones permanentes, se abren varios caminos esperanzadores.
Esperanzas confundidas por el vértigo de los acontecimientos, pero esperanzas al fin.

Primero se hizo visible un sector social y productivo, que con sus luces y sombras, existe: el sector agropecuario o agroindustrial y los "chacareros". Con sus demandas, sus contradicciones, su variedad y su importancia.
Segundo, que las ideas, por muy buenas y legítimas que sean, necesitan del debate inicial y el consenso posterior. Creo que no volveremos, por lo menos por un tiempo, a aceptar mansamente dirigencias "salvadoras" y "omnipotentes".
Tercero, que la causa de los derechos humanos, no es una causa de "izquierdas", no es una causa partidaria, es una causa noble, pero que sin embargo no puede ser culturalmente impuesta sin considerar la amplitud de sus conceptos, ya que el riesgo de una regresión está siempre vigente.
Cuarto, la idea del federalismo, o sea la autonomía de los estados provinciales respecto al poder central, es una vieja- nueva concepción de lo nacional que resurge y demanda un lugar en la agenda social.
Quinto, la representatividad política del parlamento, legal, pero huérfana de legitimidad, es una asignatura pendiente. Pero que sin embargo, por primera vez desde la restauración democrática, hemos visto una transversalidad que atravesó la tradicional lealtad partidaria. Algo que siempre admiramos en otros países. Pero que estamos viviendo intensamente, sin comprender aún su enorme importancia.
Sexto, la necesidad de incorporar valores de ciudadanía en sectores populares, pero también en sectores medios. Los primeros víctimas inocentes del asistencialismo perverso, los segundos esclavos de la seguridad económica, a cualquier precio.

Por último, el conflicto debe enseñarnos que el extremismo vulgar, el dramatismo excesivo, la obsecuencia a la desmesura, el heroísmo de lo trivial son caminos inviables para construir una patria inclusiva y acogedora.

domingo, 13 de julio de 2008

los libros y sus marcas


Leo en cada espacio o lugar que se me abra, como las hojas de un libro.
El subte, un bar, el baño, la cama, la cocina.
Nunca subrayo, no me gustan los libros marcados.
Dejo en mi memoria los rastros o marcas que ella libremente elige.

jueves, 10 de julio de 2008

la banalidad del heroísmo


En una entrada anterior hablé de "...nuestra proclividad autista a la simplificación ideológica y a la banalidad del heroísmo". Inversión vulgar de aquella banalidad del mal que hablaba Hannah Arendt".

La banalidad del mal remite a una trivialización de la crueldad, una forma de admitir que los extremos de la sinrazón humanas son más "comunes" de lo que estrictamente creemos.
Cuando una sociedad despliega lo "insustancial" de su maldad, la vehiculiza tanto a través de sus normativas, como dentro de su imaginario.

Sin embargo la maldad no es el único objeto social que se banaliza. Existe un concepto inverso a los extremos del mal y sus múltiples variedades.
Próximo a valores más nobles y relevantes como la virtud y la justicia: El "heroísmo".

Una primera aproximación al concepto del héroe, lo tenemos en la Illíada y la Odisea, donde seres especiales con capacidades extraordinarias y en contacto pleno con las divinidades, logran objetivos sobrehumanos o inalcanzables. Son héroes épicos. De Aquiles a Ulises, pasamos del héroe trágico que busca la muerte en la batalla, al héroe astuto que mediante ardides, disfraces y engaños logra un fin más "humano", la supervivencia.

Al acercarnos a una visión más moderna, según Fernando Savater, podemos considerar al héroe como .."quien logra ejemplificar con su acción la virtud como fuerza y excelencia". 1

A su vez "el héroe, a pesar de sus aparentes fracasos, es quien prueba que la virtud es la acción triunfalmente mas eficaz". 2

Indudablemente toda sociedad necesita referenciarse en personajes "heroicos", que expresen la valentía y el desprendimiento personal en aras de valores comunes fundacionales. A medida que los tiempos iniciáticos (revoluciones, independencia) o los hitos traumáticos (guerras, invasiones) van quedando atrás, las sociedades convierten a esos seres comunes enfrentados a disyuntivas excepcionales, en próceres, transformando sus valores e idearios en motivos de aglutinación y convocatoria.

Esos valores "heroicos" no son unívocos y absolutos. Valores en un principio considerados como universales, se parcializan, se sectarizan, se convierten en intereses.
Valores e intereses que inicialmente entran en colisión hacen que muchas sociedades resuelvan sus conflictos, por medio de enfrentamientos y violencia. Pero a medida que las mismas van evolucionando a estados superiores de civilización, esas tensiones se canalizan a través del debate de ideas, la puja de intereses y el consenso, en un continuo, reiterado y creativo marco de desarrollo social, cultural, político y económico.

Pero que ocurre sin embargo, cuando se cuando se banalizan esos valores "heroicos", complejos y profundos. Que suceden cuando sociedades ricas en diversidad, simplifican y trivializan sus "ideales".
Podemos empezar a hablar de una cierta banalidad del heroísmo.
Muchas sociedades se han dejado infiltrar por ese virus silencioso, pero no menos activo. Ceden a al tentación pueril de abandonar el camino de la evolución, un camino menos romántico, pero más efectivo y conducente.

Lamentablemente aún debemos incluirnos en esa categoría.
Estuvo en nuestro pasado, está en el presente, en nuestro modo cíclico de construir "relatos" parciales del mismo.
Abarca también, la visión idealizada y "heroica"de nuestro futuro.
Recorre la acción, imaginaria o real, pero integra también los discursos y el pensamiento de dirigentes y ciudadanos.

Rastreando en nuestro inconsciente colectivo se advierte una propensión viciosa a construir grandes abstracciones idealistas, a admirar trascendentes batallas épicas plenas de principios extremos. A todo a o nada. Como quijotes destemplados. Fuera de tiempo, dentro de otros contextos, otras circunstancias. Eslóganes vacíos que confunden la mirada pasada y envenenan el porvenir.
Construcciones heroicas, pero banales, insulsas, vulgares.

Sobran ejemplos.
Nos (auto) convocamos como adalides en la lucha contra la pobreza, pero ignoramos a esa persona concreta, "pobre", de carne y hueso.

Adoramos las dicotomías totalizadoras, del tipo "liberación o dependencia", pero seguimos esclavos de nuestra incapacidad de resolver complicaciones cotidianas, dependientes de nuestra desmesura.

Le dimos a la patria una equivalencia necrológica (patria o muerte) o una equivalencia por oposición (patria o colonia). El lugar de la existencia por la negación, cuando la patria es la afirmación de sus habitantes, es el lugar para el desarrollo, la creación, la producción y la convivencia. Un espacio común, terreno fértil de oportunidades y esperanzas.

Preferimos elevar de categoría a la "lucha", devaluando la concepción de "construcción". Construcción colectiva, no exenta de conflictos internos o externos, pero inclusiva en su diversidad. La lucha requiere de enemigos, cava trincheras reales o ficticias, necesita la culpabilidad del otro. La construcción requiere de compañeros, de socios, de aliados, del otro al-lado.

Podemos detectar muchos más ejemplos (algunos muy actuales) de esta fascinación por la banalidad del heroísmo, y que confirman esa tensión permanente entre la evolución hacia horizontes más fructíferos y la permanencia en la adolescencia perpetua. Entre ser protagonistas de nuestro desarrollo o permanecer como extras (auto) victimizados.

Destrabar esa sinrazón, derribar las trabas mentales, abandonar prejuicios y simplificaciones, construir puentes de convivencia y ampliar nuestras fronteras culturales son nuestras más apremiantes asignaturas pendientes.

Cierro con dos ideas fuerza para ayudar (nos) a desbanalizar el heroísmo en su doble óptica social e individual.

"En el plano social, más allá de los héroes individuales, la democracia es la realización ético-política mas heroica que se han propuesto los hombres". 3

"Basta un instante para hacer un héroe y una vida entera para hacer un hombre de bien". 4

1 Fernando Savater "La tarea del héroe" 1981, pag. 65,68
2 Javier Prado Galan "Fernando Savater, grandeza y miseria del vitalismo" 2001, pag. 157
3 Ibidem, pag. 157
4 Paul Brulat (1866-1940), Escritor francés.

la patria en su día


Me gustó mucho el concepto de "La patria como cuenco".1

Pienso en la patria como un sueño colectivo y complejo. Un sueño de personas que comparten sus destinos en un lugar determinado.
Determinado por sus sueños.

Con una bandera para colorear diversidades.
Con un himno para emocionar y aglutinar esperanzas.
Con próceres carnales transmutados en héroes cotidianos.
Una patria que dibuje un horizonte para meditar sobre el pasado, pero también para alcanzar y superar el futuro.
Una patria por construir.

Feliz día, patria.

1 Alfredo Leuco. La patria que queremos julio 2008

lunes, 7 de julio de 2008

la banalidad del mal


La gran politóloga y filósofa Hannah Harendt (1906-1975) expuso con maestría y proeza intelectual su visión sobre la banalidad del mal 1, a propósito del juicio al criminal de guerra Adolf Eichmann realizado en Jerusalem en 1961 y que concluyó con su condena y posterior ahorcamiento en 1962.

En su libro 2, expuso como, un gris y mediocre teniente coronel de las SS, fue capaz de organizar eficientemente el complejo sistema de transportes ferroviarios que concentró, movilizó y condujo a la muerte en campos de exterminio a millones de seres humanos por el solo hecho de pertenecer a una etnia considerada por el régimen nazi de "subhumana".

Expuso con brutal honestidad que sería más tranquilizador, considerar a los criminales de lesa humanidad como "monstruos","salvajes" o "sádicos", que como personas normales que, siguiendo ordenes estrictas dentro de un régimen totalitario, fueron capaces de ejecutar uno de los planes más siniestros de exterminio masivo que conoció la raza humana.

Y para ello utilizó el termino de banalidad. En español según la RAE: "trivial", común", "insustancial".
Y eso es mucho más espantoso, ya que el "mal" en su máxima expresión, puede ser instrumentado por persona "comunes", "normales", buenos padres de familia, personas respetuosas de la ley.3

La banalidad del mal aparece como una concepción profunda y compleja que interpela como un espejo deformante, nuestra condición humana.

Traje esta pequeña reseña sobre un tema tan trascendental, a los fines de abrir otro espacio para pensar un mal que hace tiempo pienso que nos aqueja. Un virus tan infeccioso como invisible.
Tan argentino.

La banalidad del heroísmo.

1 "La Banalidad del mal", Marcos Santos Gomez profesor de filosofía, junio 2008 (ver enlace en la nota).
2 "Eichman en Jerusalem", Hannah Harendt,
Editorial Cisne, 2006.
3 "Aquellos hombres grises. El Batallón 101 y la solución final en Polonia", Christopher Browning, Editorial Edhasa, 2002.

PD:
El gran aporte que nos legó Hannah Arendt, al analizar el fenómeno del asesinato en masa fue ser la precursora ideológica del Tribunal Penal Internacional. ICC (por sus siglas en inglés). Tribunal encargado de juzgar delitos contra la humanidad (genocidio, crímenes de guerra, terrorismo estatal, etc.)

miércoles, 2 de julio de 2008

el gran bill evans



Una joya única. Bill Evans y su trío del 65. Romántico y minimalista.
Waltz for Debby, una de las más bellas melodías del jazz.

Bill Evans, piano.
Chuck Israels, contrabajo.
Larry Bunker, batería
.
(Londres 19/06/1965) grabado para la UK TV.

martes, 1 de julio de 2008

educar al soberano?

El aprendizaje de las reglas de convivencia y la puesta en practica del pluralismo debería posar en nuestras espaldas como sociedad. Como sociedad heterogénea, multiclasista, geográficamente diversa, ideologicamente amplia.
Este conflicto, si lo entendemos como oportunidad y no como desgracia, nos puede ser muy útil.
No es una tarea fácil, dada nuestra proclividad autista a la simplificación ideológica y a la banalidad del heroísmo. Inversión vulgar de aquella banalidad del mal que hablaba Hannah Harendt.
Descubrimos el federalismo, la riqueza productiva del interior y la necesidad de una representación política coherente y más directa.
Al construirnos como sociedad civilizada, podremos elegir modos de protesta mas adecuados que cortar rutas (empezando por el puente a Fray Bentos), parar intempestivamente servicios públicos o tomar arbitrariamente colegios y universidades.
Y aprender nos permitirá educar como soberanos al mandatario y ponerle límites.
Pasar de la queja perpetua a la confianza entusiasta.
En nosotros mismos.
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