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"La vida me enseñó que a veces no es posible seguir agarrado a las cosas hasta que duelan las manos, hay que saber soltar a tiempo, antes que el dolor sea caro para las manos y las cosas."
Sammy Szusterman (1951-) argentino, arquitecto y amigo
domingo, 8 de noviembre de 2009
razones de mi autoexilio
“Un fanático es alguien que no puede cambiar de opinión y no quiere cambiar de tema”.
Existen mejores palabras que las del gran Winston Churchill para definir la corriente dominante que nos gobierna hoy?
Obsesionados con la épica lucha contra los interesados, parciales, monopólicos y “nada neutrales” medios, hacen alarde de un fanatismo propio de obtusos cruzados, principistas y extremos, en nombre de un progresismo, que no le hace ascos a la acción directa, a la ocupación indiscriminada del espacio público, a la descalificación abusiva del pensamiento diferente, a la manipulación sistemática de la verdad, al abuso clientelar de la pobreza, a la bastardización de los derechos humanos, a la corrupción solapada, al espionaje interior y al autoritarismo descarnado.
Progresismo del cual absorbí sus más nobles principios: igualdad, fraternidad, libertad, sensibilidad social, derechos humanos, democracia representativa y republicana, pero que, visto la aplastante omnipotencia de su variante actual, reaccionaria, vulgar y fanática, he decidido voluntaria y tal vez definitivamente autoexiliarme.
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3 comentarios:
le dije ya que éramos dos?
myriam: no me lo dijiste, pero lo suponía.
La ironía es saber si nos hemos autoexiliado del progresismo o el progresismo argentino se ha exiliado de sí mismo.
besos
miguel
Me cansé de debatir si un tipo o una agrupación son de izquierda o derecha, progre o facha. Debates sobre el sexo de los ángeles tienen más sentido (¡por lo menos estás debatiendo sobre sexo! :)
Cierto libro propone no perder el tiempo discutiendo si una agrupación es terrorista o no, sino legislar sobre "acciones terroristas" (que sí son más fáciles de catalogar).
Propongo que, en el mismo espíritu, no pongamos más etiquetas a las organizaciones políticas y a los políticos mismos sino que (seguir leyendo).
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