"La vida me enseñó que a veces no es posible seguir agarrado a las cosas hasta que duelan las manos, hay que saber soltar a tiempo, antes que el dolor sea caro para las manos y las cosas." Sammy Szusterman (1951-) argentino, arquitecto y amigo

viernes, 9 de octubre de 2009

leyes y paradojas


Diego de Saavedra Fajardo (1584-1648) diplomático y escritor político del siglo de oro español nos legó una idea fundamental:
"Cuando hay muchas leyes, se contradicen unas a otras, y hacen nacer diversas interpretaciones u opiniones maliciosas, de donde nacen los litigios y las desavenencias”.
La exageración del número de leyes de un país genera más daños que beneficios, terminando de lastimar a las repúblicas.
Saavedra Fajardo nos dice que muchas leyes se olvidan y no pueden respetarse por lo que finalmente son ignoradas.
"La sencillez de la ley produce su admiración y respeto, la abundancia de leyes, su desprecio e ignorancia."
La sobreabundancia de legislación provoca multiplicidad interpretativa, lo que convierte a una sociedad de productiva en litigiosa.
"Las sociedades que se rigen con un exceso de leyes ocupan a la mayoría de los habitantes en los juicios y desperdician tiempo necesario para los campos y los oficios”.
Las leyes, no son otra cosa que marcos sencillos de convivencia y respeto. La claridad de los conceptos del pensador español contrasta con los valores de nuestra cultura política, viciosa, confrontativa, e ineficaz, una formidable maquinaria para construir castillos de arena en el aire, que promueve permanentemente bellas leyes, vacuas y absurdas que terminan generando, cual cruel paradoja, efectos totalmente contrarios a los deseados.

3 comentarios:

Doctor Krapp dijo...

¿Quieres quitarle a los políticos el carburante con el que alimentan su maquinaria de mentiras?
Ahí tienes a Don Silvio Berlusconi intentando poner delante suya un parapeto de leyes para liberarse de la dinamita de otras que pueden hacerle mucho daño si llegan a alcanzarle en su rostro mil veces retocado.

la stessa ma altra dijo...

La ley Federal de Educación produjo exactamente el efecto esperado... deseado por ellos... y temido y combatido...por nosotros...

miguel sznajderman, jazzmen dijo...

Dr: obviamente he dedicado mi corto post a la política de mi país. La cruda observación que haces, de toda semejanza entre la italianidad y la argentinidad es pura y tendenciosa coincidencia.
Respecto al colectivo "políticos" es tan rico, variado y complejo, por lo que prefiero evitar su mención al lado de la otra banal generalización, su alter ego, su pseudo-opuesto: "la gente".

Sin embargo apunto mis cañones al plexo de nuestra propia pertenencia: la sociedad civil y su cultura polítca. Con nuestras contradicciones, trivialidades, vicios y paradojas.

Que es de donde nacen también nuestros "representantes".

un abrazo
miguel

myriam: nos pasamos la vida discutiendo y promulgando leyes y leyes y leyes que como la actual ley de medios (como si fuera un absurdo Boca River) que más allá de buenas o malas intenciones está geneticamente condenada al fracaso. Nuestra historia pendular lo determina (en vez de asociar nuestro país a una flecha que avanza hacia el futuro, somos un pendulo que va y vuelve, va y vuelve, va y vuelve). Y vuelve.

La ley Federal de Educación que nombras es tal vez uno de los fracasos más estrepitosos: creer que la educación necesita más legislación que recursos, más buenas intenciones que concreciones, más construcciones artificiosas que objetivos simples y realizables a medianos y largos plazos.

Propongo votar en las proximas legislativas de 2011 a candidatos que prometan derogar leyes más que promulgarlas.

besos
miguel

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